El acompañamiento de Emi fue todo lo que necesitaba durante la gestación: la suavidad justa y el movimiento necesario.

El embarazo moviliza muchas cuestiones: aparecen pendientes, nos encontramos con las emociones a flor de piel y un fuego hormonal que puede volverse desafiante de regular. Tener un acompañamiento que abrace cada parte de tu proceso, donde no solo haya escucha sino información valiosísima y muchas herramientas para que el camino se haga más llevadero se vuelve fundamental. 

Emi acompaña de una manera muy amorosa, leyendo lo que necesitas momento a momento y transmitiendo la confianza que toda mujer necesita desenterrar recordándote que todo nuestro cuerpo sabe gestar y parir y que solo se trata de recordarlo.

Cada charla, meditación, relajación, hipnoparto y ritual fueron oro en este camino hacia descubrir mi Ser Madre. Kai y yo vamos a estar siempre agradecidos, y por supuesto, lo recomendamos con todo el corazón.

Sentí querer conectar con mi ciclicidad después de muchos años de anticonceptivos y me encontré con emi para generar encuentros en los que pudiéramos indagar en esa nueva conexión, no se si inconscientemente me estaba preparando para algo más grande que llegaría justo en el último encuentro que teníamos pautado en el que se “cerraba” el círculo de ciclo menstrual. 

Ahí me enteré de que estaba embarazada, obvio que mi útero estaba más sano y conectado que nunca con todo este trabajo que venía haciendo con ella, y así mágicamente fluyendo, llegó Indiana. 

Con Emi tuve el placer y el honor de coincidir desde el minuto menos uno de mi embarazo. 

Los encuentros con ella eran un mimo al alma, un espacio de conexión con la nueva vida que llegaba y sobre todo, un espacio en el que me sentí escuchada y validada como mujer. 

Todo lo que fuimos trabajando me sirvió para el día de mi parto y tuve la suerte de que todo se dé como intencionamos durante esos meses. 

Emi es increíble, su sabiduría, su dulzura y su entrega a lo que hace me hicieron vivir el embarazo de una manera muy hermosa. Si pueden regalarse su acompañamiento les super recomiendo que lo hagan.

Emi es de esas personas que emana una energía muy bella incluso, a través de la pantalla; en mi caso, el acompañamiento fue y sigue siendo de manera virtual.

Su forma de compartirse es clave en todo este nuevo mundo de la maternidad para mi. Desde el día uno que supe que estaba gestando, no dudé en contactarme con ella, de hecho fue la primera persona en saber la noticia. Quería hablarlo con alguien que me entendiera y abrazara cada parte de este proceso, en el cual una mujer tiene la posibilidad de sentirse “divinamente humana”. Confié en Emi y en su hermoso y cálido acompañamiento.

Hace un año atrás me había sumado a su membresía online, donde de a poco logré conectar a otro nivel con mi poder femenino. 

En sus clases me conecté con mi cuerpo de mujer, entendiendo mis ciclos, mis fortalezas y debilidades. Entrando en él y amándolo, fue súper revelador. 

Durante esos meses de conexión y conciencia, me sentí invadida por el llamado a ser madre. Y desde esa consciencia decidí (y decido) gestar, teniendo el sostén y el amor necesario para sentirme segura y preparada al momento de parir. 

Estoy muy contenta y agradecida de que divinamente humana sea hoy nuevamente, ese gran espacio de encuentro y vida.